La importacia de elegir bien…
Este articulo no trata de indicar una marca concreta o un tipo de colchón o almohada ideal para evitar las lesiones de espalda o para «curarlas», más bien de analizar por qué es importante ésta elección y como tomar la decisión correcta.
Durmiendo pasamos entre 7 y 8 horas diarias, aproximadamente, que a la semana suponen en torno a 50 horas, al mes1500 horas…en total se calcula que un tercio de la vida la pasamos durmiendo, de ahí la importancia de mantener una buena postura en un soporte adecuado para evitar lesiones y descansar mejor.
Según un estudio de la Fundación Kovacs publicado en «The Lancet« en 2003 afirman que la dureza del colchón debe ser intermedia, en contra de lo que antiguamente se creía, ya que un colchón demasiado duro no se amoldaría a la forma de nuestro cuerpo para permitir que la espalda permaneciese recta y uno demasiado blando conseguiría el efecto contrario, no proporcionando la sujeción adecuada a la estructura ósea de la espalda. También hay que valorar si el colchón es nuevo o viejo, se considera que la vida media de un colchón es de 10 años, no así la de las almohadas que debe cambiarse cada 2-3años.
Debemos tener en cuenta que no todos medimos lo mismo ni tenemos las mismas necesidades, y como casi todo en esta vida, la almohada siempre recomiendo que sea personalizada, es decir, individual y adaptada al tamaño de cada uno. Más aún en parejas en las que hay una gran diferencia en estatura y sigan usando las almohadas de matrimonio de toda la vida. El material de la almohada generalmente es cuestión de gustos en cuanto a la dureza del mismo, siempre que no sea demasiado blanda, pero en el tamaño suelo hacer una recomendación, que mida aproximadamente la distancia que haya entre el borde más externo del hombro y el cuello, menos 2 cm.
¿Por qué menos 2cm? porque más o menos es la distancia que se va a hundir el cuerpo en un colchón de dureza intermedia y que necesita la cabeza para acomodarse en la almohada; manteniendo así una correcta alineación de la columna cervical con el resto de la espalda, al dormir de lado. Si el material no es demasiado duro, tumbado boca arriba también va a existir un apoyo adecuado. En cuanto a las almohadas cervicales podríamos aplicar el mismo principio, no por llevar el apellido se debe pensar que son ideales para cualquiera, y quasi-mágicas.
NO es recomendable dormir boca abajo, puesto que fomenta el aumento de la curvatura lumbar y dificulta la respiración normal, haciendo que el descanso sea menor. Las mejores posturas para dormir son boca arriba colocando un cojín bajo las rodillas o bien de lado. Aunque en pacientes con artrosis de rodilla suelo recomendar que coloquen un cojín finito entre las rodillas, también.
Fuente: Fisioenap.com
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid ha alertado del alto índice de problemas de salud provocado por las malas posturas durante el descanso. Por este motivo, recomienda elegir la almohada y el colchón en función de la posición que se adopte para dormir, con el fin de evitar futuros problemas músculoesqueléticos
Fuente: Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid
El papel del colchón en la salud de la espalda
Descansar sobre un colchón de firmeza intermedia mejora la intensidad del dolor lumbar y reduce el grado de incapacidad. Esta es la conclusión de un estudio realizado por la Fundación Kovacs, que desmiente la idea generalizada de que los colchones muy duros son más adecuados para prevenir o incluso tratar el dolor de espalda.
El trabajo contó con la participación de 313 pacientes con lumbalgia inespecífica crónica a los que se asignó un colchón muy firme o uno de firmeza media. Durante tres meses, un equipo de especialistas formado por rehabilitadores, traumatólogos, neurocirujanos y metodólogos valoró la intensidad del dolor al dormir y al levantarse, así como el grado de incapacidad y el consumo de fármacos de los participantes.
Según los resultados, sólo el hecho de cambiar de colchón ya supuso una mejora en el dolor de espalda en todos los pacientes y cerca del 40 por ciento pudo abandonar los fármacos que tomaba para aliviar los síntomas. No obstante, las personas que durmieron en colchones con una firmeza intermedia consiguieron una mejoría 2,4 veces mayor del dolor en la cama, mientras que el grado de incapacidad física mejoró 2,1 veces más en comparación con el grupo que recibió el colchón más duro”, ha explicado Víctor Abraira, especialista de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Estos datos permiten afirmar que las características del colchón influyen decisivamente en el desarrollo de la lumbalgia y desmienten la idea de que los colchones duros son los más adecuados para mantener la salud de la espalda. Esta creencia, que según una reciente encuesta comparte hasta el 95 por ciento de los traumatólogos norteamericanos y la mayor parte de los pacientes, ha sido especialmente fomentada en los últimos años por mensajes publicitarios que carecen de rigor y base científica.
“De ahora en adelante el hecho de dormir sobre un colchón inadecuado podrá considerarse un factor de riesgo más que puede evitarse fácilmente, ya que el uso de un buen colchón ha demostrado tener un efecto beneficioso sobre la evolución de la lumbalgia incluso mayor que el obtenido con otras medidas terapéuticas”, ha indicado Francisco Manuel Kovacs, presidente de la Fundación Kovacs y coordinador del estudio.
Según el especialista, para prevenir el dolor de espalda es imprescindible mantener una correcta higiene postural, realizar actividades físicas adecuadas que permitan mejorar la masa muscular, evitar los colchones excesivamente duros y fomentar la educación sanitaria entre la población general con el fin de eliminar ideas erróneas que perjudican la salud de la espalda.
Fuente: DeMedicina.com
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Asesor del descanso
