¿Cómo limpiar un cabecero o canapé de polipiel?
Entre los enseres con más éxito para dar carácter y personalidad a un dormitorio, se encuentran los cabeceros.
Y entre las diferentes opciones que podemos encontrar, los cabeceros de polipiel se han convertido en los más demandados. Es un producto polivalente que aporta buen gusto, elegancia y armonía al dormitorio. Y todo ello, con una gran ventaja: es muy fácil de limpiar y de mantener.
La polipiel es un material sintético que imita la apariencia del cuero para usos principalmente textiles. Se trata además de un material resistente y duradero que muchas veces incluso cuesta de distinguir de la piel natural por su magnífico acabado.
Los cabeceros de polipiel no suelen ensuciarse tanto como un sofá o una silla, pero igualmente debemos limpiarlos de forma regular para mantenerlos como nuevos.
¿Cómo limpiar un cabecero de polipiel o un canapé de polipiel?
Antes de ponernos a ello, es importante saber que no debemos utilizar productos abrasivos, no debemos rascar y tampoco es recomendable utilizar toallitas para bebés o similar.
Pasar un paño húmedo con jabón neutro y secar después con otro paño limpio, es la mejor opción.
Otros productos que no se deben utilizar para limpiar un cabecero de polipiel:
- Lejía
- Amoníaco
- Disolvente con cloro o alcohol
- Aerosoles
- Limpiacristales
- Betún o cera
Otras recomendaciones para el buen mantenimiento de la polipiel, a tener en cuenta, es que no le de directamente la luz del sol y procurar que gominas o espumas para el pelo no lo rocen. Visita nuestra tienda y descubre nuestro catálogo de cabeceros, que harán de tu dormitorio una delicia.